CSIF denuncia la rotura de un dedo a un trabajador en el Acebuche, octava agresión en menos de seis meses

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF Almería, condena la octava agresión en menos de seis meses en El Acebuche, en este caso, un interno ha fracturado un dedo a un funcionario. El suceso ha ocurrido esta mañana cuando este trabajador ha tenido que intervenir en una reyerta que se ha producido en el módulo 2, durante la apertura de las celdas, cuando diez internos han atacado a un onceavo que ya tuvo que ser aislado ayer, por otra pelea con otro preso.

Según explica el sindicato, esta situación se ha producido por la falta de espacio y de plazas disponibles que han imposibilitado el mantenimiento de este preso en un módulo distinto en el que se produjo el primer altercado, como consecuencia de la superpoblación reclusa de la cárcel almeriense.
En este sentido, CSIF anuncia que está estudiando movilizaciones para denunciar, una vez más, la situación tan insostenible que está viviendo la plantilla del Acebuche. Ya el viernes, en otro comunicado criticando que se estaba produciendo una séptima agresión, desde la central sindical se preguntaban cuántos ataques a profesionales tienen que suceder en la prisión almeriense para que la Secretaría de Instituciones Penitenciarias, por un lado, aumente la plantilla y, por otro, reconozca al personal de prisiones como agentes de la autoridad.
 “Es insoportable que tengamos que seguir recibiendo avisos de ataques a compañeros y compañeras, como consecuencia del déficit de personal y de la falta de herramientas normativas para las plantillas de Instituciones Penitenciarias, que se ve empeorada por la falta de espacio”, ha subrayado José Gallegos, responsable de CSIF en la Sección Sindical del Acebuche, quien desea al compañero agredido una pronta recuperación.
Por todo ello, CSIF vuelve a reiterar su más enérgica denuncia a la situación “insostenible” que está aconteciendo en la prisión almeriense en los últimos meses y reitera su denuncia de la falta de personal estructural y superpoblación reclusa en la cárcel.