CSIF denuncia una nueva agresión a funcionarios en el CP de Lledoners y afea la inacción de la administración penitenciaria
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13 de de novembre de 2023
CSIF denuncia una nueva agresión a funcionarios en el CP de Lledoners y afea la inacción de la administración penitenciaria
Una nueva agresión a funcionarios de prisiones en el Centro Penitenciario de LLedoners lleva a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) a denunciar la inacción de la administración penitenciaria catalana.
El jueves pasado, un interno reincidente volvía a agredir a dos funcionarios. Desde CSIF explican que este interno “después de ir al DERT y volver al MR3 hasta 3 veces en un mismo mes, golpeó en la cara a un jefe de unidad, pateó a otro funcionario e incitó a los demás reclusos para que realizaran un plante con gritos de “Ayudadme, vamos a matar a un funcionario”. Golpes al mobiliario y enfrentamientos verbales e intimidatorios a corta distancia es lo que tuvimos que aguantar los funcionarios que fuimos a auxiliar a los compañeros que se encontraban de servicio en el MR3, durante aproximadamente 10 minutos, en cuyo transcurso cerca de un centenar de internos se negaron a subir a las celdas e, incluso, algunos internos tenían la intención de entrar en el despacho de los funcionarios donde tenían al primer interno reducido”.
Desde CSIF lamenta que este interno, reincidente y con problemas mentales, volviera inmediatamente a su módulo después de haber protagonizado varios incidentes justo la semana anterior y no se le aplicara un primer grado.
Para el sindicato lo lógico es que “a este interno se le traslade a un módulo psiquiátrico, pero sólo hay 3 unidades mentales en funcionamiento en las prisiones catalanas: en Brians1, en Brians 2 y en Quatre Camins, que ahora mismo no está operativa por obras. Otras prisiones como la misma Lledoners, Mas d’Enric y Puig de las Basses cuentan con unidades psiquiátricas, pero no están funcionando, están cerradas, por falta de personal y falta de dotación presupuestaria. La falta de penalizaciones a los internos agresores hace que los presos no tengan miedo de agredir a los trabajadores y se desquitan con ellos. Los trabajadores penitenciarios también somos personas y no podemos vivir siempre con el miedo en el cuerpo.”
CSIF exige que la administración tome cartas en el asunto y se invierta en unidades psiquiátricas.