El Reino Unido sigue atracando a los profesores españoles mientras el Ministerio presume de “cuchipandi” en su web

  • Exteriores

17 de agosto de 2022

Se agrava la situación de los profesores españoles (y familias) destinados en adscripción temporal o comisión de servicios en el Reino Unido, en relación con los visados necesarios para trabajar en ese país.

A la situación ya denunciada por CSIF el pasado verano, respecto al desembolso económico que tuvieron que hacer para obtener los visados, se ha sumado para el próximo curso el requerimiento de realizar en el British Council de Madrid o Barcelona un examen de inglés para obtener el certificado SELT B1. Este requerimiento se ha exigido a todos los docentes, que ya han acreditado sobradamente niveles superiores del idioma inglés en los concursos del exterior realizados por el Ministerio, y que tenían certificado este idioma bien por una Escuela Oficial de Idiomas, bien por otros organismos en España autorizados por el propio Ministerio. Ni siquiera han validado certificados de inglés de Cambridge alegando que tenían una antigüedad superior a los dos años. Esto ha supuesto un gasto de 220 euros por profesor para la realización del examen, más los gastos de viaje, desplazamiento y manutención para el profesorado de fuera de Madrid o Barcelona que haya tenido que viajar a una de esas dos ciudades. Esta situación, conocida por la Consejería en Londres desde el mes de marzo, era desconocida hasta este verano por los docentes que participaron en los concursos y por este sindicato.

 

Ante esta situación, el Ministerio de Educación  ha hecho lo que acostumbra: responder que esas son las condiciones y que cada cual debe gestionar y pagar los gastos de esos procedimientos para los visados, sin mover un dedo para defender a esos profesores, que envía a la Gran Bretaña, después de haber pasado por un concurso de exigencia en méritos, pruebas e idiomas y, por supuesto, sin responder ni cubrir esos gastos del profesorado. Deja vendidos a sus funcionarios ante semejante atraco, negándoles desde el primer día de su misión el apoyo necesario para obtener el visado.

 

El Departamento, prefiere invertir sus esfuerzos en promocionar sus visitas, prebendas y nombramientos; normalmente ex­-altos cargos del Ministerio que van a las Consejerías del exterior a sus retiros millonarios - se puede constatar fácilmente visionando las noticias y fotografías que publica habitualmente en su página web-. Este es sólo un dato más de la falta de ayuda a los problemas concretos de los programas y los profesores y alumnos en el exterior.

 

Seguiremos denunciando la situación en la que ha quedado el personal español destinado en el Reino Unido, en claro desequilibrio con la que disfrutan los funcionarios británicos en España.

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