CSIF Andalucía alerta sobre la “indefensión” de los vigilantes de seguridad de Renfe y reclama más recursos para que puedan realizar su trabajo con garantías

• El sindicato critica que se hayan suprimido los servicios con armas que se venían prestando y que éstas hayan sido sustituidas por un spray de pimienta
• Lamenta las agresiones que sufren de forma recurrente estos trabajadores y argumenta que, en algunos casos, tienen que cubrir en solitario una extensión de terreno de hasta 4.000 metros con varios trenes

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía, sindicato mayoritario en las Administraciones Públicas y con presencia creciente en la empresa privada, ha alertado de la “indefensión” que sufren los vigilantes de seguridad de Renfe y Adif en el desempeño de su trabajo y ha reclamado más recursos, tanto materiales como humanos, para poder hacer su labor con garantías suficientes.

Así lo ha manifestado el responsable autonómico de Seguridad Privada de CSIF-A, Raúl Álvarez López, que ha criticado que, con la nueva adjudicación del servicio de vigilancia el pasado mes de febrero, se hayan suprimido los servicios con armas que se venían prestando hasta ahora y se hayan sustituido éstas por un spray de pimienta.

“Este tipo de spray está considerado un objeto de defensa personal, que no es válido para defenderse de un ataque por parte de varias personas, que es como suelen actuar los vándalos contra los trenes custodiados por los vigilantes en las estaciones y talleres donde pernoctan las unidades”, ha argumentado el responsable sindical, que ha lamentado que la nueva situación redunde en “más riesgos para los trabajadores y menos disuasión para quienes pretenden actuar contra los trenes y las infraestructuras ferroviarias”.

En este sentido, CSIF rechaza que se haya cambiado el arma por un spray, teniendo en cuenta que los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores no han sufrido modificaciones y se mantienen. Además, dicha medida ha supuesto una merma económica importante para el medio centenar de vigilantes que hasta ahora portaban armas en los servicios que realizaban y que han dejado de hacerlo.

El delegado sindical ha lamentado además “las agresiones recurrentes que sufren los vigilantes de seguridad”, como la ocurrida el 19 de julio pasado en la estación de trenes de Jerez de la Frontera (Cádiz), en la que un trabajador fue brutalmente atacado; al tiempo que ha considerado que “no es de recibo que la calidad en los servicios quede en un segundo plano y que se priorice la economía sobre la seguridad en este tipo de servicios, lo que repercute finalmente en mayor riesgo para los trabajadores”.

Álvarez ha explicado que “en algunos casos, se da la circunstancia de que el vigilante tiene que cubrir una extensión de terreno hasta 4.000 metros cuadrados en los que se encuentran varios trenes en custodia y siempre en solitario y con una simple defensa y un spray de pimienta como dotación”.

En cuanto a los servicios que los vigilantes prestan en las líneas de Cercanías, tanto en los propios trenes como en las estaciones, el delegado de CSIF ha señalado que “la afluencia de viajeros en horas punta llega a ser tal que suele superar el aforo recomendado, lo que puede generar en ocasiones problemas de orden público, encontrándose siempre el vigilante prestando el servicio en solitario, con turnos que llegan hasta las nueve horas, con el consiguiente estrés psíquico que conlleva un servicio de estas características”.

Asimismo, los servicios de escolta que se prestan en el interior de los trenes son realizados por un vigilante en solitario, con el riesgo que conlleva para la seguridad del trabajador y de las personas usuarias.

Igualmente, la central sindical reprocha a Renfe que no tenga en cuenta a los vigilantes a la hora de elaborar los cuadrantes de los servicios de los trenes, con lo que la cobertura de los turnos de servicios que quedan descubiertos impide una correcta conciliación familiar y laboral para este colectivo.