CSIF alerta del riesgo de que los Profesores Sustitutos conformen una nueva bolsa de precariedad en las universidades

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15 de julio de 2024

Muchos han empeorado su situación contractual y otros empiezan a ser expulsados de los Grupos de Investigación
No pocos desaparecieron como asociados y volvieron a aparecer, para dar las mismas clases, como sustitutos
Sigue sin solucionarse el tema de su compatibilidad mientras el Gobierno busca una “percha” legal de donde colgar esa modificación de la ley de incompatibilidades

CSIF denuncia que el cada vez más numeroso grupo de Profesores Sustitutos universitarios (hay Comunidades Autónomas que ya cuentan con más de 2.500 docentes en esta figura y alguna universidad que supera la cifra de los 800) agrava su precariedad y empeora su situación de manera gradual, tanto en lo referente a sus contratos como a sus condiciones de trabajo o a su exclusión de la investigación.

 

En el desarrollo de esta nueva figura creada por la LOSU, algunas universidades están realizando una interpretación restrictiva sustituyendo jornadas completas por otras a tiempo parcial con evidente e importante reducción de sueldos. Ahora, gente con doctorado y experiencia docente e investigadora, estarán meses o años sustituyendo a un profesor a cambio de unos 800 euros mensuales. Esta política ya provocó manifestaciones (Universidad de Sevilla) y convocatorias de huelga (Universidad del País Vasco) ya que la nueva situación no solo afectará a la calidad de la docencia sino que tiene importantes repercusiones en la carrera académica del profesorado universitario.

Otro problema en el que ahora cae el Gobierno es que la LOSU no tiene en cuenta la actividad investigadora de los Profesores Sustitutos, al configurar sus funciones como exclusivamente docentes, lo que afecta negativamente a sus complementos, retribuciones y promoción. Recientemente, hemos tenido conocimiento de que estos profesores están siendo expulsados de oficio de los grupos de investigación al amparo de la LOSU, una práctica que consideramos injusta y perjudicial para su desarrollo profesional.

La exclusión de estos profesores de los grupos de investigación genera además múltiples efectos negativos como la interrupción de la carrera investigadora o la desmotivación y pérdida de talento. Ante esta situación, desde CSIF solicitamos encarecidamente una revisión inmediata y la implementación de medidas para garantizar que los profesores universitarios sustitutos puedan participar plenamente en los grupos de investigación. Proponemos buscar una fórmula en una norma de rango inferior que permita tener en cuenta su investigación basada en el “interés general” como el que ya ha utilizado alguna Comunidad Autónoma.

 

El tema de la compatibilidad y la gestión de las bolsas de profesores sustitutos se muestra también como un problema importante en diferentes universidades, en especial, en titulaciones de Ciencias de la Salud, Educación o Derecho. Ya se han registrado numerosos casos en que un profesor que obtiene plaza por concurso de profesor sustituto tiene que abandonarla inmediatamente a no obtener la compatibilidad para esa figura.

El Gobierno quiere -con informes favorables de Hacienda y Función Pública-  modificar la Ley de Incompatibilidades de 1984 pero hace falta encontrar una ley sobre cualquier tema no polémico que se vaya a aprobar en el Parlamento a la que “adosarla”. La Ley de Incompatibilidades de 1984 se ha tornado en una losa en donde en muchas ocasiones no se puede cubrir la docencia con profesores sustitutos.

Desde CSIF ya alertamos que la figura del Profesor Sustituto -sin financiación y sin una normativa adecuada- genera dudas y problemas y tiene el potencial riesgo de convertirse en una nueva bolsa de precariedad.

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