El paro femenino y la pérdida de empleo público, puntos negros en la EPA del segundo trimestre

25 de octubre de 2024

-La creación de empleo fue mayoritariamente masculina (82,5%) en los meses de junio, julio y agosto, trimestre en el que se registró una pérdida de 7.800 ocupados en el sector público.

-CSIF exige la devolución de las subvenciones a los sindicatos de clase, cantidad que asciende a 43,4 millones de euros concedidos desde 2014 y que serviría para mitigar la política de recortes que sufren los servicios públicos de la región.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) celebra el descenso del paro en 12.600 personas en el tercer trimestre del año, lo que sitúa el total de desempleados en 132.100 parados, de acuerdo a los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El mayor impacto se produjo en el desempleo masculino (10.400 hombres encontraron un empleo frente a 2.100 mujeres: el paro femenino alcanza el 60%), con especial incidencia en el Sector Servicios, con 13.000 puestos de trabajo más.

Estas diferencias se traducen en una tasa del paro femenino del 16,8%, muy por encima de la media nacional (12,5%), mientras que el paro masculino se encuentra en el 9,1%, por debajo de una media nacional que se sitúa en el 10%.

En términos interanuales, el paro aumentó en 8.300 personas en Castilla-La Mancha, siendo en su totalidad desempleo femenino. De hecho, hay 8.400 paradas más que en el tercer trimestre de 2023. Además, en el paro de larga duración, con 46.900 personas con más de un año buscando un empleo, el 60,7% son mujeres.

Sobre empleo púbico, CSIF lamenta que los meses de julio, agosto y septiembre hayan arrojado valores negativos: se han perdido 7.800 ocupados en un sector público que ha perdido peso.

Una vez más, CSIF lamenta las subvenciones que otorga el Gobierno regional a CCOO y UGT (más de 43,4 millones de euros desde 2014) y pide el fin de estas ayudas para destinar estos valiosos recursos a hacer frente a los nichos de precariedad existentes en la región, incluyendo los servicios públicos, y no sólo en las condiciones laborales sino en la dificultad que tienen las mujeres en el acceso al mercado laboral.

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