859 móviles incautados en las cárceles catalanas en 2024: CSIF exige responsabilidades ante el descontrol penitenciario

  • Prensa y Comunicación

10 de abril de 2025

 

Barcelona, 9 de abril de 2025.- La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia la grave situación de inseguridad que se vive en las cárceles catalanas, tras conocerse que, en 2024, se intervinieron un total de 859 teléfonos móviles en los centros penitenciarios de Cataluña. Una cifra que, a juicio de CSIF, evidencia “una debilidad estructural intolerable en el sistema penitenciario, una negligencia inadmisible en los protocolos de control y registro a internos y familiares, y un aumento alarmante de la vulnerabilidad del personal penitenciario”.

En el acuerdo de mejora de las condiciones laborales firmado entre la Administración y las organizaciones sindicales —acuerdo que CSIF no suscribió—, se incluía un apartado sobre seguridad con un compromiso de realizar, durante el segundo semestre de 2024, una prueba piloto de detección e inhibición de drones y teléfonos móviles en el Centro Penitenciario Brians 2 y aclaraba que “una vez evaluada su eficiencia, se ejecutarán las correspondientes licitaciones para implementarlas en el resto de centros penitenciarios de Cataluña."

Sin embargo, CSIF denuncia que no se dispone de información alguna sobre el estado de dicho proyecto, desconociéndose si la prueba piloto se ha puesto en marcha, si ha fracasado o si, directamente, se está incumpliendo el acuerdo. "Sinceramente, no nos sorprendería en absoluto", apunta el sindicato, advirtiendo que "los hechos hablan por sí mismos", como reflejan los 4.547 teléfonos móviles incautados en los últimos siete años, con una progresión claramente ascendente.

Para CSIF, la inacción y la lentitud de la Administración en aplicar medidas de contención representan una grave irresponsabilidad institucional. Una situación que no solo pone en riesgo la seguridad de los trabajadores, sino que también desprestigia al sistema penitenciario catalán.

Además, el sindicato alerta de que es habitual encontrar en redes sociales vídeos y publicaciones realizados desde el interior de las celdas, donde los internos desafían la autoridad penitenciaria y presumen de sus actos, generando un grave deterioro de la imagen institucional. A esto se suman reseñas en plataformas como Google que ridiculizan la situación de las prisiones catalanas, haciendo comentarios sarcásticos sobre la seguridad, el acceso a drogas y la experiencia de estar encarcelado.

Todo ello, subraya CSIF, pone en evidencia la falta de control y la ineficacia de los protocolos de seguridad establecidos.

El sindicato también recuerda que los teléfonos móviles introducidos ilegalmente se convierten en artículos de alto valor dentro de las cárceles, multiplicando por diez su precio y fomentando un tráfico interno que agrava aún más el clima de inseguridad para los trabajadores penitenciarios.

Ante esta situación, CSIF interpela directamente a Espadaler, como secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, y le exige que aclare qué medidas urgentes y efectivas piensa adoptar para frenar una crisis que lleva años desbordando a la Dirección General de Asuntos Penitenciarios.

“El desbarajuste es estructural”, concluye el sindicato, “y la falta de respuesta efectiva sólo contribuye a cronificar una crisis que pone en riesgo la integridad física y psicológica de los profesionales del sistema”.

 

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