CSIF denuncia que Raga vulnera el derecho a huelga de nueve trabajadores y trabajadoras

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF Almería, denuncia que Raga ha vulnerado el derecho a huelga de nueve trabajadores. Según explica el sindicato, los servicios mínimos de la empresa concesionaria del servicio de limpieza viaria, de playas y espacios públicos y de jardinería del Ayuntamiento de Vera deberían desarrollarse los trabajadores y trabajadoras que, de manera voluntaria, se prestasen a su realización. Así, 8 de los 27 efectivos que conforman la plantilla en el área de jardinería se postularon para realizar estos servicios mínimos. Sin embargo, RAGA ha convocado de manera unilateral y obligando a trabajar a 7 operarios, de los cuales, cuatro de ellos habían manifestado su voluntad de ejercer su derecho a huelga. Idéntica situación ha ocurrido en el área de limpieza que, de una plantilla de 32 operarios, han sido convocados 10, de los cuales 5 tenían intención de secundar los paros. De esta manera, Raga cuenta con un número de efectivos superior al que establecen los servicios mínimos y además ha vulnerado el derecho a huelga de estos 9 profesionales.

En esta misma línea, el sindicato critica la actuación de la concesionaria que, en días previos, ha estado contactando de manera individual con cada trabajador y trabajadora para conocer su decisión con respecto a la huelga, intentando condicionarlos y, por tanto, coaccionando su postura frente a unos paros que estas convocados de manera legítima con el fin de reivindicar la reactivación de las negociaciones del Convenio de sendos servicios por parte de la empresa concesionaria.

Esta huelga está prevista para hoy, día 26 y también para mañana viernes, coincidiendo con la Feria de Vera y tienen por objetivo alcanzar un nuevo pacto laboral que recoja una actualización salarial ya que la plantilla tiene los sueldos congelados desde el año 2018. La consecuencia de esta situación es que, actualmente, estos profesionales están sufriendo una pérdida retributiva de un 15,3 por ciento, lo que supone una merma de poder adquisitivo en torno a los 200 euros mensuales de media por trabajador.

Para la responsable del Sector de Empresa Privada de CSIF Almería, Viky Ortiz, “ Raga no está actuando de manera honesta ni está respetando los derechos de su plantilla, obligando a trabajar a operarios que han manifestado su voluntad de realizar los paros como medida de presión para que la concesionaria comience a negociar mejoras laborales que son de justicia y, más aún, cuando hay trabajadores y trabajadoras que se han ofrecido voluntarios para cumplir con estos servicios mínimos”.

En mitad de este conflicto laboral, Ortiz también apunta no sólo la falta de voluntad de Raga, sino también la desidia mostrada por el Ayuntamiento veratense, como único garante del pliego de condiciones del servicio y del bienestar de su plantilla. La responsable sindical recuerda que, incluso, está permitiendo que se incumpla dicho pliego en el que se recoge que, la empresa concesionaria debe estar ubicada en el término municipal donde presta el servicio. Sin embargo, Raga tiene su sede en el municipio vecino de Antas, lo que supone el desplazamiento diario de la plantilla y lo que contraviene el cumplimiento de los requisitos de la concesión administrativa. Cabe recordar que una de las causas principales por las que la empresa obtuvo la concesión fue precisamente que la sede debía establecerse en el término municipal, para CSIF esta cuestión sería motivo suficiente para rescindir la concesión.

Con todo, la central sindical insiste en exigir que, de una vez por todas, Raga entre en razón y se preste a llevar a cabo una negociación dinámica e inmediata del nuevo convenio, que contemple la actualización salarial, las mejoras generales de las condiciones laborales, así como el cese de las hostilidades con la plantilla. La responsable del Sector de Empresa Privada de CSIF recuerda que todas estas acciones que boicotean y lesionan los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras no son más que una estrategia de la propia Raga para presionar al Ayuntamiento para que aumente el canon del servicio. “Raga se muestra reticente a acometer las propuestas de mejora realizadas por la parte social y tampoco presenta alternativas que puedan servir de punto de partida para alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes y está eternizando un conflicto que deberían haberse solucionado hace meses”, concluye.