Juan Dopazo subraya la importancia de la adaptación del sector de la seguridad privada a la actualidad mediante el uso de la tecnología y la formación continua

Ayer concluyeron con gran éxito las Jornadas Nacionales de Seguridad Privada organizadas por el sindicato CSIF en Madrid, un evento que se ha consolidado como un punto de referencia anual para analizar el presente y el futuro del sector.

Bajo el lema de la operativa del vigilante de seguridad como primer interviniente, el encuentro abordó temas clave como el uso de armas, licencias, la igualdad de género en el ámbito de la seguridad privada, la labor sindical y los desafíos que enfrenta la profesión en los próximos años.

En el evento intervinieron destacados profesionales del sector, quienes compartieron sus experiencias en servicios de seguridad en diferentes puntos del país. Juan Dopazo, responsable foral de CSIF, destacó por su visión optimista y sus propuestas innovadoras para el futuro de la seguridad privada.

En su intervención, el delegado navarro subrayó la importancia de la adaptación del sector a los nuevos tiempos mediante el uso de la tecnología y la formación continua. "Pongo muchas esperanzas en la nueva formación profesional de grado medio y su expansión en todas las comunidades autónomas", afirmó Dopazo, destacando este avance como un pilar esencial para la profesionalización y el crecimiento del sector. Asimismo, Dopazo calificó las jornadas como "muy provechosas", resaltando que han surgido ideas clave que deberán ser trabajadas a lo largo del año.

Además del representante foral, en la misma mesa redonda mostraron sus opiniones sobre la situación del sector de la vigilancia el coordinador y secretario nacional de Empresa Privada de CSIF, Pedro Poves, así como Cecilia Abril, Raúl Álvarez y Jesús Manuel Cuartero.

CSIF expresó su agradecimiento a todos los profesionales que participaron en el evento, destacando la diversidad de asistentes provenientes de todas las regiones del país y el compromiso de los ponentes en enriquecer el debate con sus conocimientos y experiencias.

Las jornadas cerraron con una promesa colectiva: seguir trabajando por un sindicalismo real, sincero e independiente, que impulse los valores y las buenas prácticas en el sector de la seguridad privada