CSIF valora el plan de refuerzo del Gobierno en Educación, pero pide reformas estructurales: reducción de ratios, aumento de plantillas y potenciar la figura del docente

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, valora positivamente que el Gobierno reconozca por fin las necesidades del sistema educativo con su plan de refuerzo en Matemáticas y Comprensión Lectora, pero considera que deben de ir acompañadas de reformas estructurales y un Pacto de Estado que estabilice el sistema educativo, potencie la figura del profesorado en un Estatuto Docente, incremente la financiación, reduzca el número de alumnos por aula y aumente las plantillas.

Estas medidas no solo deben centrarse en dos asignaturas, sino en todas las áreas del conocimiento. El Ejecutivo ha perdido una gran oportunidad con la nueva ley orgánica para introducir las modificaciones necesarias que solucionen el grave problema que atraviesa la Educación en España: bajo nivel educativo, fracaso escolar y paro juvenil, entre otros.

CSIF considera que no se cumplirán los objetivos si no se apoya al profesorado con un Estatuto Docente que le refuerce en sus funciones, le otorgue la autoridad y jerarquía necesarias para aplicar estas reformas y le proporcione mejores competencias a la hora de realizar su trabajo, como eliminar la burocracia innecesaria. Además, es necesaria una ley orgánica de obligado cumplimiento para todas las Comunidades Autónomas.

La reducción de ratios debe también ir acompañada de un aumento de las plantillas para mejorar la educación de los/as estudiantes. Lamentamos que los refuerzos de profesionales que llegaron durante la pandemia de covid no se mantuvieran y que los fondos europeos no corrigieran los déficits estructurales que sufre la Educación en España.

Según datos de CSIF, el curso 2023-2024 arrancó con un déficit de 43.752 docentes desde los recortes de 2010 y unos altos niveles de interinidad, con una tasa media del 22,47%. Además, en los últimos diez años ha descendido continuamente el porcentaje del alumnado matriculado en la educación pública, del 68,1% al 66,9%.