Una médica zaragozana de vacaciones ayuda a salvar a un anciano corneado en un encierro en un pueblo de Valladolid

Reyes Canalda, una médica zaragozana que estaba de vacaciones en un pueblo de Valladolid (Villafranca de Duero) ayudó a salvar a un anciano de 81 años herido grave en un encierro en las fiestas. Reyes, afiliada de CSIF, trabaja desde hace 17 años en el Ayuntamiento de Zaragoza. Actualmente es jefa de sección de salud laboral en el servicio de Prevención y Salud del Ayuntamiento. 

No es la primera vez que a Reyes le toca atender a alguna persona fuera de su horario y lugar de trabajo. Pero esta es la primera vez que se enfrentó a una situación crítica y en la que gracias a la rapidez y la colaboración ciudadana pudieron salvar al hombre herido. “Me gusta mi trabajo y el servicio público. Estoy contenta por haber podido podido ayudar a este hombre. Siento orgullo y responsabilidad. Hice lo que tenía que hacer”, recuerda en su consulta en el Edificio del Seminario del Ayuntamiento de Zaragoza.

Reyes, de 51 años, pasa habitualmente las vacaciones en el pueblo de su madre, Villafranca de Duero. “El pasado 23 de julio estaba en las fiestas de Villafranca. Había encierro y yo estaba en casa. De pronto oí gritos, me asomé a la ventana y vi a un hombre mayor caído en el suelo, dentro del recorrido del encierro. Se había chocado con un corredor y se había caído, no se podía levantar. El toro le embistió y le corneó. Salí corriendo de casa. Era muy importante actuar con rapidez”, recuerda aquellos instantes. 

“Les dije a los chicos que lo sacaran rápido a un lugar seguro. Lo pusimos a la sombra. Un amigo mío, Pablo Montero, policía nacional en Madrid, también estaba allí. Entre los dos le atendimos. Tenía dos cornadas. Sangraba mucho y había que parar la hemorragia. Con camisetas y una bandera le taponamos la herida. Enseguida vino la ambulancia y lo trasladaron a Medina del Campo y luego a Valladolid. Todo fue muy rápido. Todos participamos en la cadena de supervivencia”, afirma.

Luego supo que además de las dos cornadas, el hombre se había roto la cadera. Tras estar unos días ingresado, se sigue recuperando en su domicilio, en Éibar. Sus hijos han agradecido públicamente a Reyes y Pablo que le salvaran la vida.