Protestas para mantener el poder adquisitivo en Bélgica: es hora de proteger a los ciudadanos
- CSIF Europa
23 de setembro de 2022
Hoy, los sindicatos nacionales más grandes de Bélgica, FGTB, CSC y CGSLB, se reúnen con sus afiliados en la Place de la Monnaie en Bruselas para protestar por las medidas insuficientes del gobierno para proteger a los ciudadanos y trabajadores de la tremenda crisis energética actual y ayudarlos a mantener su poder adquisitivo.
Como destacó CESI en su reciente carta a la Presidencia checa del Consejo de la Unión Europea, el nivel de vida de un número cada vez mayor de ciudadanos en toda Europa está en grave riesgo. La inflación sin precedentes en la UE y, especialmente, el aumento de los precios de la energía han golpeado duramente a los ciudadanos y trabajadores, llevando a los hogares de bajos y medianos ingresos a la pobreza o la amenaza de pobreza. La riqueza por la que la gente ha trabajado duro durante décadas se consume en poco tiempo.
En este contexto, los sindicatos belgas exigen precios de energía asequibles y medidas que mejoren el poder adquisitivo de los ciudadanos belgas. Sus propuestas concretas incluyen la concesión automática de la tarifa social en las facturas de energía, topes en los precios de la energía, mantenimiento del IVA reducido en gas y electricidad, techo en las rentas y aumento del salario mínimo.
Sin embargo, esto último, a los ojos de los sindicatos, solo puede lograrse con valientes reformas en la legislación nacional. La 'Loi de 1996', una ley belga sobre el cálculo de los salarios en el país, prevé un margen de incremento salarial que ya no se adapta a la realidad económica nacional e internacional. Según los sindicatos, el estándar fijado por la ley del 96 debe ser indicativo y no vinculante, para que los trabajadores puedan recuperar la libertad de negociar aumentos salariales sustanciales cuando la inflación es alta.
El Secretario General de CESI, Klaus Heeger, ha declarado que "en el contexto de múltiples crisis y tremendas dificultades para el mundo del trabajo, se necesitan mayores márgenes de aumento salarial. En muchos países europeos, estos estándares se establecieron hace muchos años, en períodos de prosperidad. Pero hoy, no reflejan nuestras necesidades reales. En nuestra resolución sobre las demandas sindicales para contrarrestar la inflación, lo dejamos claro: los llamamientos de los sindicatos y los interlocutores sociales para aumentar el salario mínimo legal y los convenios colectivos con indexaciones de salarios y pensiones que reflejen las realidades de la inflación deben tomarse en serio. De lo contrario, fallaremos. Fracasaremos como economías y sociedades en general”.
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