CSIF denuncia falta de vigilancia cardiovascular en los bomberos y exige pruebas específicas para prevenir enfermedades de corazón
- Prevención de Riesgos Laborales
- Puesto de Trabajo y Categoría Profesional
- Bombero
- Bombero Especialista
- Portada PRL
28 de setembro de 2023
-Casi el 23 por ciento de este colectivo afirma que su servicio de prevención de riesgos laborales no le realiza ningún tipo de seguimiento cardiológico
-El 20 por ciento reconoce que ha tenido alguna enfermedad o síntoma cardíaco
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, denuncia la falta de controles y de vigilancia de la salud cardiovascular del colectivo de bomberos por parte de sus servicios de prevención. CSIF entiende que se trata de un hecho de especial gravedad, teniendo en cuenta que los bomberos constituyen un colectivo laboral especialmente vulnerable a sufrir una patología cardíaca.
Diversos estudios científicos han demostrado que los ritmos circadianos afectan a la salud cardiovascular, y que pasar de un estado de reposo a un repentino e inmediato sistema de alarma provoca a nivel fisiológico la activación súbita del sistema simpático, lo que provoca un aumento brusco de cortisol, siendo uno de los procesos más dañinos para el organismo. Los bomberos están expuestos a un aumento de la frecuencia cardiaca, esfuerzo físico intenso, y al estrés por las actividades de extinción de incendios, lo que genera un mayor riesgo de cardiopatías e incluso ataques cardíacos.
CSIF -con motivo del Día Mundial del Corazón que se celebra mañana viernes, 29 de septiembre- ha realizado una encuesta a nivel nacional a 5.000 bomberos de entre 25 y 60 años de diferentes categorías profesionales y teniendo en cuenta sus años de servicio. El objetivo de dicha encuesta ha sido determinar la existencia de cardiopatías, las medidas aplicadas por los servicios de prevención y las sensaciones percibidas por los bomberos en el ejercicio de su trabajo.
Los datos más destacados la encuesta son los siguientes:
- El 22,8 por ciento de los bomberos encuestados afirman que su servicio de prevención no le somete a ningún tipo de seguimiento relacionado con la salud cardiovascular. Esto supone una intolerable vulneración de los derechos de los trabajadores a la protección de la salud en el trabajo, lo que es totalmente incompatible con los principios que deben regir la acción preventiva de este colectivo.
- La mayor parte de los que sí tienen algún tipo de control reconocen que consiste en un electrocardiograma en el reconocimiento anual (68,3 por ciento). Solo al 9 por ciento de los encuestados se les realiza una prueba de esfuerzo anual, y únicamente al 1,3 por ciento se les realiza anualmente un estudio específico.
- El 20 por ciento de los encuestados ha tenido alguna enfermedad o síntoma cardíaco.
- El 64 por ciento siente pulsaciones descontroladas cuando suena la alarma de activación del servicio, y más de un 14 por ciento lo sufre durante el trayecto hacia el siniestro.
- Casi un 17 por ciento de los encuestados ha tenido algún tipo puntual de alteración cardiaca sin consecuencias; un 4,2 por ciento padece una patología cardiaca diagnosticada y casi un 1,5 por ciento ha sufrido durante su vida un infarto.
- Casi un 35 por ciento refiere haber experimentado un ritmo cardiaco rápido o irregular; de ellos en su mayoría (casi un 25 por ciento) lo ha tenido durante la intervención, apareciendo incluso durante los periodos de descanso.
- Además de la aparición de ritmos cardiacos irregulares o arritmias, un 39 por ciento de los bomberos encuestados ha experimentado otros síntomas, como mareos, dificultad para respirar, debilidad general, o fatiga.
- A lo largo de su vida laboral, un 3,4 por ciento de los encuestados ha causado baja médica como consecuencia de sintomatología cardiaca.
CSIF exige el refuerzo inmediato de la vigilancia de la salud cardiovascular para el colectivo de bomberos, y que se incluyan la realización de pruebas específicas como prueba de esfuerzo, electrocardiograma y un estudio específico personal para estos profesionales, como hemos solicitado a los Comités de Seguridad y Salud correspondientes en reiteradas ocasiones. También pedimos la inclusión de medidas preventivas, como la sustitución de los sistemas de alarma sonora por los de aviso lumínico y pantallas con la información de la intervención.