El absentismo por bajas medicas bate récord en Correos por culpa de las malas condiciones laborales
- Puesto de Trabajo y Categoría Profesional
- Personal de Correos
22 de April de 2024
El absentismo por bajas médicas está en un 10% en Correos lo que significa un auténtico récord en el sector de las empresas públicas. Y eso es por culpa de las condiciones laborales a las que está sometida la plantilla con uno de cada tres puestos sin cubrir, recorridos interminables para los carteros, que superan los 10 kilómetros diarios (una media de 60 a la semana), y muchísimo peso para las espaldas.
En una plantilla de 47.000 empleados como la de Correos, estos datos significan que cada día están de baja casi 5.000 trabajadores con la particularidad de que estas bajas tampoco no se cubren. Desde el mes de enero, la contratación es cero en Correos. De hecho, tampoco se cubren permisos, vacaciones, traslados ni jubilaciones de compañeros (cuyos puestos se amortizan directamente).
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No hay empresa pública que se acerque al 10% de absentismo. Ni de lejos. A lo sumo, encontramos Paradores, que registra un 5% y donde hay puestos de trabajo físico muy duro como el de las camareras de pisos, o Tragsatec, una empresa pública de 12.000 empleados/as al servicio del medio ambiente donde el absentismo apenas supera el 4% con lo que no llega ni a la mitad del que se vive en Correos.
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En definitiva, hay empresas públicas donde se hace mucho trabajo físico (talleres de la FNMT, astilleros de Navantia...). Pero nadie se aproxima a lo que pasa en Correos. Tal y como denuncia CSIF, son números para hacérselos mirar por parte de la empresa. Máxime porque, excepto en el caso de que se trate de accidente laboral o intervención quirúrgica, las bajas son objeto de agresivos descuentos en Correos, donde los sueldos están al límite.
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Por lo tanto, hace falta un plan de choque que pasa irremediablemente por realizar contratación y por alimentar a una plantilla, que se ha dejado en los huesos. Desde el año 2000 se ha pasado de 68.000 trabajadores a los 47.000 actuales con los que es imposible hacer frente al trabajo diario y cumplir con los plazos de entrega. Pero a Correos cada día se le olvida un poco más su vocación de servicio público.
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