CSIF se concentra ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para reclamar un refuerzo de la plantilla y mejores medios técnicos

• El sindicato denuncia la falta de medios personales, careciendo a su vez de los recursos técnicos y materiales fundamentales en la sede sevillana

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato mayoritario en las Administraciones Públicas y con presencia creciente en la empresa privada, se ha concentrado hoy ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Sevilla para denunciar la falta de personal y medios técnicos en el departamento dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social. El sindicato, junto a otras organizaciones representativas, inicia así una campaña de movilizaciones en todo el territorio nacional previa a una convocatoria de huelga de 24 horas el próximo 30 de marzo, la primera en la historia del organismo.

Desde CSIF se denuncia el grado de abandono que sufre la Inspección de Trabajo, que en Sevilla está compuesta por 134 empleados en total, contando con inspectores, subinspectores y personal de apoyo; una cifra insuficiente cuando la población activa en la provincia asciende a 946.000 personas aproximadamente, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

“Con estas cifras está claro que el sistema está condenado al fracaso, pues la plantilla está desbordada ante las necesidades que plantean las relaciones laborales”, ha explicado María Esther Fernández, responsable del sector de la Administración General del Estado de CSIF Sevilla. La Central Sindical ha indicado que la falta de personal para completar la relación de puestos de trabajo (RPT) es de un inspector, ocho subinspectores, un letrado y cinco administrativos. “Faltan 15 personas para completar la RPT, pero es una relación de puestos de trabajo desactualizada, que no va acorde al trabajo que se hace en la Inspección hoy en día”, ha añadido Fernández.

Asimismo, a la falta de recursos humanos hay que sumar las numerosas modificaciones legales que se han producido durante la pandemia, los constantes movimientos de ERTE y los que tendrán lugar como consecuencia de la crisis por la invasión de Ucrania.

Por otro lado, “a todo esto hay que añadir, porque así nos lo reclaman los propios empleados públicos, la necesidad de ampliar y actualizar los medios informáticos y técnicos. Si no tienen las herramientas de trabajo adecuadas, es imposible que el trabajo pueda salir con la eficacia que se requiere”, ha remarcado la responsable sindical, quien ha añadido que “las organizaciones sindicales hemos tenido una posición excepcionalmente moderada tras el incumplimiento sistemático por parte del Ministerio de Trabajo del pacto alcanzado el pasado 7 de julio por el que se planteaba un reforzamiento del sistema de la Inspección con medidas para paliar los problemas de este organismo y cuya intensidad crece día a día, pero eso no es sostenible”.

Del mismo modo, la Inspección de Trabajo carecía de carrera profesional y de horizonte laboral, lo que contribuye a la descapitalización de la plantilla y, por supuesto, a la falta de reconocimiento y de dignificación de las funciones del personal. En dicho acuerdo se reflejaban unas pautas para que esto comenzara a solventarse, pero tras ocho meses sigue completamente estancado.